Capítulo 8

¡DIIIIIIIN!

La campana que anuncia el final de las clases de hoy, suena y todos mis compañeros, incluida yo, nos ponemos a guardar nuestras cosas dejando al profesor a medias con la explicación. Pero a diferencia de otros días, a él tampoco le importa ¡Es viernes! El profesor recoge todas sus cosas y se va de la sala dejando atrás todos nuestros gritos y risas

-Hola, preciosa -Parker está detrás de mí.

-Hola, precioso -Al parecer ese es nuestro saludo especial. Termino de guardar los libros en la mochila  y me doy la vuelta colgándomela de un hombro. Parker también tiene la suya colgada de un hombro y me sonríe.

-¿Vendrás esta tarde a mi casa? -No se aparta, y esta tan pegado a mí que al echarme para atrás me doy con mi mesa en el culo. Él se da cuenta, pero no se aparta.- Quiero presentarte a Ian.

-¿Ian?

-Es el chico que te dije. Está obsesionado con la limpieza y siempre me regaña cuando no están todas las cosas como las dejó. A veces se pone de los nervios y yo necesito tomarme una copa para no estresarme -Parker ríe- pero es muy majo, seguro que te cae bien.

-Ya... ¿Te puedo hacer una pregunta?

-Acabas de hacerlo

Pongo los ojos en blanco

-Otra

-Adelante

-Vives solo, no trabajas, tienes diecisiete años... ¿De dónde sacas el dinero para pagarle?

-Del mismo sitio de donde saco el dinero para hacer la compra o tener ropa... -Parker guiña un ojo y yo recuerdo esa chaqueta de cuero que parecía de marca.

Estamos demasiado pegados, cosa que no me parece bien para un instituto. Me siento en la mesa y estiro las piernas para crear más espacio entre nosotros.

-¿Y cuál es ese lugar?

-¿Quién te ha dicho que no trabaje?

-¿Lo haces? -Alzo una ceja.

-Me gustan los animales y se me dan bien los coches -se encoje de hombros.- Mi vecino tenía un taller en el que se pasaba todo el día, así que yo me encargaba de sacar su perro a pasear. Poco a poco empezamos a coger confianza, y él me decía que fuese a ayudarle los días que tenía poco trabajo. Me enseñó a arreglar cosas básicas, por lo que iba unas horas por la mañana cada día y después me encargaba de su perro. Me pagaba bien, y me regalo uno de mis ordenadores. Investigue y descubrí que el solo tenía obligación de pagarme la mitad de lo que lo hacía. Se lo dije pero el insistió en que no le importaba.

-¿No te preguntaba por tus padres?

-Nunca le dije nada de mi relación familiar, pero supongo que se la imaginaba ya que a veces me traía, y me sigue trayendo comida.

-Oh. Es fantástico que exista gente así.

-Lo sé. Bueno, debo irme. Nos vemos en dos horas, preciosa -Me guiña un ojo y se va sin darme oportunidad de despedirme.

-¡Alison! -Nada más irse Parker, Sky grita mi nombre. Pego tal bote, que me bajo de la mesa y me quedo de pie. ¡Que susto! Creía que ya no quedaba nadie en clase, pero por lo que parece hay alguien observando entre las sombras con la misma ilusión que tendrías si fueses al cine a ver la adaptación cinematográfica de tu libro favorito. ¡Solo la faltan las palomitas!  Pero de repente esa ilusión desaparece y pone cara de terror. Como si acabase de ver morir a su personaje favorito de su libro favorito- ¡Me ha ocurrido algo horrible!

-¿El qué pasa? -Para Sky todo es horrible, así que ni me preocupo...

-¿Mis deberes de física! ¡Han desaparecido! ¡Seguro que me los han quitado! ¡No los encuentro! -Me miro las uñas indiferente. Como iba diciendo, nada importante...- ¿Que hago yo ahora?

Sky me mira dando pequeños saltitos y con su cuaderno de física en las manos, como si estuviese delante de un cantante y quisiese darle el cuaderno para que se lo firme con una dedicatoria bonita, con la diferencia de que ella no busca un autógrafo. Pongo los ojos en blanco.

Si tienes el cuaderno en la mano y no encuentras los deberes, es porque no los has hecho.

-Bueno, si quieres yo te dejo los míos y los copias... -Me descuelgo lentamente la mochila del hombro y la abro mientras finjo buscar los apuntes.

Sé que no los ha hecho y que quiere que sea yo quien los copie con su letra para el lunes poder entregar algo.

-¡NO! Prefiero llorar hasta que aparezcan solos.

-Como quieras, aunque también tienes la opción de hacerlos... -Me vuelvo a poner la mochila en el hombro. Esta vez no le va a ser tan fácil. No es gratis.

-Oh, vamos. Ya sabes lo que quiero... ¿Cuánto me va a costar? -Pone una de sus caras de angelito, una de esas que me recuerda a un pez, y parpadea muchas veces, rápidamente.

-Necesito que mis padres y mi hermano piensen que estoy en tu casa viendo una película esta tarde. -Sky va a abrir la boca para decir algo, pero antes de que empiece, sigo hablando- Y no me preguntes si hay o no hay palomitas. Ah y... Si te preguntan puedes decir la película que tú quieras, ¡Pero nada de porno!

-¿Qué? ¿Porque...? -Su cara cambia como si recordase algo, supongo que mi conversación con Parker, y añade- Bueno, ¡Vale! Pero que sepas que ya que no me habéis invitado yo si veré una película. Y si, ¡Habrá palomitas! Diviértete con física -me da el cuaderno

Me he pasado la tarde haciendo mis deberes y los de Sky, pero por fin, dos horas después llamo al timbre en la casa de Parker...

-Hola, precioso - Grito desde el otro lado de la puerta. Él no responde, pero me abre y yo entro en la casa.

 En la puerta hay un chico al que nunca antes había visto

-Eh... Hola... Y gracias, supongo. - El chico parece dudoso- Debes de ser de ser Alison, Parker me dijo que vendrías. Soy Ian -Me da dos besos.

-Sí, soy Alison. -Respondo a los besos aun un poco avergonzada por mis primeras palabras de la tarde- ¿Él no está?

-Sí, sí. Está entrenando -hace un gesto con la mano- ¿Quieres comer algo? ven por aquí.

-¿Entrenando? Parker me dijo que viniese -le miro dudosa- quizás debería venir más tarde...

Ya me había fijado en sus músculos, pero no había tenido en cuenta que eso se consigue haciendo ejercicio.

-No tranquila, normalmente ya habría terminado. -Ian suspira- Se encerró en su habitación y cuando salió estaba gritando no sé qué de una pérdida de tiempo, o algo así. Suele entrenar más cuando esta cabreado, para desahogarse. Sígueme. -hace otro gesto con la mano y me lleva por un pasillo en silencio. Según nos acercamos al otro extremo empiezo a escuchar golpes.

Bajamos por unas escaleras y llegamos a una puerta que debe dar a un sótano. Los golpes son más intensos aquí. Ian llama a la puerta que hay al final de las escaleras, pero no obtiene respuesta, por lo que abre dudando un poco.

Cuando la puerta se abre veo a Parker dando puñetazos y patadas a un saco de boxeo. Esta tan concentrado que no se da cuenta de que estamos aquí. Solo lleva puestos unos pantalones cortos y anchos. Miro a Ian dudosa por si deberíamos irnos, pero él no me mira. Me sorprendo al ver que está mirando a Parker sonriente. Hago lo mismo y me concentro en él. Con cada golpe sus músculos se tensan y se relajan para volver a golpear constantemente. Me gusta lo que veo, pero me siento incomoda mirándolo por lo que decido mirar la sala.  Tiene dos colchonetas en el suelo y el saco en medio de la sala, colgado del techo. La pared de enfrente es un espejo, y es hacia donde Parker está mirando. Afloja un poco el ritmo y mira al espejo. Nos ve reflejados nuestras miradas se encuentran. Se da la vuelta. Miro el espejo y veo que Ian deja de sonreír y mira a Parker sonrojado.

-Hola chicos -Parker nos mira mientras coge una botella de agua que hay en el suelo y da un trago.- ¿Que hacéis aquí? -vuelve a dejar la botella donde estaba y coge una toalla que hay en el suelo justo al lado.

Espero a que Ian responda mientras miro como se quita parte del sudor de sus abdominales con la toalla.

-Alison llegó y aun no estabas así que como no sabía muy bien que hacer te la traje. -se encoje de hombros- ¿Te queda mucho?

-No, no ya he terminado -se acerca y me lanza la toalla- espera que me voy a duchar, ¿Vale? Después nos vamos.

-¿Irnos?

-Tengo que enseñarte a montar en monopatín

 

 

Estoy en su "habitación prohibida" mirando la gran cantidad de papeles que tiene. Recuerdo cuando Parker me dijo que entrase, vi que Ian se quedó con la boca abierta. Supongo que es cierto que nadie más ha estado aquí.

Parker tarda diez minutos en ducharse, todo un récord para mí.

-Toc toc -Parker hace el ruido de la puerta con la boca y abre la puerta envuelto en una toalla.- Bueno, ¿qué te parece mi gimnasio? 

- No sabía que se podían tener estas cosas en casa. -le miro.

Oh. ¿Que pretende entrando aquí desnudo? ¡Solo lleva la toalla!

-Me gustaría que entrenases conmigo -Parker sonríe

-¿En serio? -Aparto la mirada porque estoy segura de que me he sonrojado cuando he visto que ha entrado así "vestido".

-No, en broma ¡Pues claro! -Él me mira y debe darse cuenta porque veo  que intenta aguantar una sonrisa

-No creo que se me dé bien...

-Vamos, inténtalo

-Bueno... yo... -le miro dudosa- podrías enseñarme

-¡Muy bien! ¡Esa es mi chica!- Sonríe y desaparece por la puerta unos instantes.

¿Su chica? ¿En serio Parker dijo eso? Después de dejarme sin palabras  entra completamente vestido con ropa, y con una toalla diferente secándose el pelo.

-Bien, ¿Qué piensas sobre eso?

-¿Sobre qué? -Aún sigo sin saber que decir

-Sobre mis hipótesis -Señala los papeles que tengo en la mano.- Los estabas mirando

-Ah. -Cierto. Los tenía en la mano antes de que entrase la primera vez, y siguen ahí. Al menos algo sigue siendo normal- pues no se... Hay cosas que no entiendo.

-Es lógico. No sabes toda la historia. 

-¿Me la contarías? -No sé si está bien preguntarle eso. Sé que debe ser duro para él, pero parece que desde que me contó la primera vez, ya no tiene problemas con decirme más cosas. Supongo que lo peor ya ha pasado.

-No entera, pero si estas dispuesta a escucharme  haré lo que pueda.

-Me gustaría que me dieras la oportunidad de ayudarte.

-Está bien- Parker suspira- como ya te dije mis padres discutían. Al principio eran una pareja normal, se querían y todo eso pero con los años mi padre estaba muy distante. Después nací yo, lo cual fue un caos para él -Parker me mira y yo recuerdo aquella tarde con aquel chico por aquella a playa.-  Ella siempre quiso tener hijos y cada vez que él se negaba ella lo pasa fatal. Pero no se rendía. Nunca. Pasase lo que pasase, ella volvía a insistir semanas después. -Sus ojos azules encuentran los míos- Quizás eso es lo que yo intento conseguir.  Ella no se rindió por darme la vida y yo no me rendiré por encontrar la suya. Sé que ya está muerta, ¡Pero esperó 3 largos años por mi cuando ni si quiera me conocía! -Por una vez logro comprender un poco mejor este chico que en vez de cerrar la herida, prefiere volver a abrirla constantemente. me pregunto si cuando pasen tres años se dará por vencido...- Al final él dijo que si por su insistencia, pero nunca me quiso.

Parker se calla por unos instantes y luego continúa.

-Mi padre... bueno, él es como es y si no me quería antes de nacer, yo no le puedo obligar a quererme ahora con vida. Lo único es que yo antes me culpaba, pensaba que él estaba así conmigo por algo que le había hecho pero que no recordaba. Siempre lo pensé,  desde pequeño. He intentado miles de cosas para que me perdonase pero ahora he descubierto que este "odio" viene de mucho antes.

-Oh, no sé qué decirte... yo... -Estoy en blanco ¿Como un padre no va a querer a su hijo? Me dan ganas de decírselo, de decirle que sí que le quería, que aún lo hace, pero no se me olvida que todas las pistas sobre la muerte de su madre, apuntan a él, y que si es capaz de matar a su mujer, ¿por qué no de odiar a su hijo?

-Esto lo he ido descubriendo según crecía. Antes yo tampoco sabía que decir pero ahora lo tengo asumido.

Me he dado cuenta de que no le cuesta tanto contármelo, pero imaginaba que sería  así siempre. Que lo más difícil era romper el hielo al principio y que luego salía solo, pero ahora que ha dicho que lo tiene asumido, me hace dudar la posibilidad de que solo sea esta parte. Y por supuesto, me hace creer que hay más.

hay un silencio incomodo en el que Parker espera que yo diga algo, y yo no sé qué decir, por lo que voy al lado fácil: cambio de tema.

-Así que... ¿Es aquí donde guardas todas esas cosas? -En realidad no he cambiado de tema, seguimos hablando de lo mismo pero no de "esa" parte.

-Sí. Todo lo que descubro está aquí. -Me mira orgulloso y no parece sorprendido por mi pésima habilidad de cambiar de tema adquirida de Sky. Supongo que intenta ayudarme a que sea más fácil.

-Pues por la gran cantidad de   papeles que hay, se podría decir que descubres mucho...

-No, aquí está todo, incluyendo mis falsos descubrimientos. -su orgullo parece decaer por lo que separo en dos montones aparentemente iguales los papeles que tenía en la mano, cojo uno de los montones en cada una y se los enseño.

-Si este montón, es de cosas buenas, -levanto una de las manos- y este otro, -levanto el otro- es de cosas malas, eso significa que tienes muchas cosas buenas. Quizás no las veas, pero tienes mucho bueno y mucho malo ¿Por qué no te centras en los logros que consigues, en vez de culparte por cada fallo que tienes?

Él sonríe, y va a responder algo cuando se fija en los papeles. Los coge, los mira y después me observa asustado

-¿Que has leído? - echa un último vistazo a los papeles, les hace una bola y los lanza a una pared nervioso.

-¿Qué? yo... ¡Nada! -eran muchos papeles, y no había terminado con los dos primeros cuando llegó.

-¿Sabes qué? olvídalo -Parker suspira- Vamos a montar en monopatín.

-¿Estás seguro de que...?

El sonido de un móvil me interrumpe. Parker mete la mano en su bolsillo, saca el móvil y mira la pantalla

-¡Que pesado! ¿Qué querrá ahora? -Parker suspira y contesta a la llamada- Oye tío, pareces mi novia y no tienes pechos, así que se breve.

Uh. Bonito saludo.

Parker espera unos segundos y vuelve a hablar.

-¿En serio? ¿Tiene que ser ahora? -Su expresión cambia a sorpresa- Si, vale. Dime la dirección -Parker se acerca a uno de sus ordenadores y busca algo en internet- ¡Ya sé dónde es! Nos vemos en veinte minutos. Cuelga y veo como busca entre los papeles. 

-Lo siento preciosa, debo irme ¿Puede ser mañana?

- ¿Parker? ¿Dónde vas? ¿Qué ha pasado?

-Tranquila -con una siniestra sonrisa encuentra la pistola entre los papeles y la agarra- solo voy a hacer amigos

-Dime dónde vas.

-Lo siento, pero esta vez no.

Corro hacia el ordenador  y entro en el buscador. Él se da cuenta de que voy a buscar que fue lo último que puso. De repente el ordenador se apaga. Le miro.

-¡Eh!

-No, "eh" tú. -Parker tiene el cable del ordenador en la mano y me apunta con el enchufe.- Sal de la habitación

-Pero...

-Se me acaba la paciencia y tengo prisa, no me obligues a escoltarte hasta la puerta de la calle apuntándote con esto -Señala la pistola justo antes de guardársela entre el pantalón.

Crea una web gratis Webnode