Capítulo 2
Cuando llego a casa dejo de correr. Nunca he pasado tanta vergüenza en toda mi vida. Ni sí quiera está mañana cuando me vio la profesora de matemáticas así vestida. Después de que Parker hiciese su comentario sarcástico sobre la ropa que llevo puesta, salí de la clase corriendo con el único objetivo de no parar hasta llegar a casa. Al principio Parker me siguió hasta la puerta, pero cuando salí del instituto, dejó de insistir.
No sé porque corrí, pero es que no quiero gustar a los chicos por llevar ese tipo de ropas.
Sé que debería llamarle para poder explicarle. Parecía preocupado e insistía mucho en sí me había molestado. En el fondo creo que ese chico tiene un cierto interés. Entro en casa y me cambio de ropa. Miro mi brazo que aún tiene restos de lo que me apuntó ayer. El número se ve borroso, pero se entiende así que llamo. Al segundo pitido responde.
-¿sí?
No estaba segura de que fuera a cogerlo, así que no había pensado en que decir.
-Hola... eh... ¿Parker? -me muerdo el labio inferior con fuerza avergonzada.
-¿Alison? ¿Eres tú? -por el contrario él parece aliviado.
-Sí, soy yo.
Hay un momento de tensión por el silencio así que empiezo a hablar. Fui yo quien llamé.
-Siento haberme ido corriendo.
-Siento haber hecho ese comentario estúpido.
-En realidad... fui así porque quise, -¿Por qué quise? ¿Pero que estoy diciendo? ¡Fue porque me engañaron!- tú no tienes la culpa.
-Lo sé. -dice tan seguro de sí mismo que dan ganas de pegarle.
Pongo los ojos en blanco.
-Tan poco hace falta que seas tan creído.
-No soy creído, solo digo la verdad. Es más, te diré una cosa: Elisabeth tenía envidia de ti.
¿Elisabeth? ¿Envidia de mí? ¡Pero si nos llevamos mal desde que éramos pequeñas! siempre nos hemos estado gastando bromas de muy mal gusto solo para sentirnos mejor que la otra. El problema está en que yo no sé gastar bromas pesadas, y aunque Sky ha intentado ayudarme, siempre ha estado en contra de nuestros “Juegos”. Así que nuestros “juegos” como Sky, los llama consisten en que mientras yo quedo como una tonta y humillada, Elizabeth se siente la reina del universo, y la vedad, tengo que admitir que yo también me sentiría así, si consiguiera humillarla de la forma que ella me humilla. Además ella siempre consigue que haya gente delante cuando ocurre y aunque casi todo el mundo se ríe de mí, suele haber una o dos personas que me miran como si les diera pena. Antes me gustaba porque me hacía creer que no todos estaban de su parte, pero ahora, me doy cuenta de que es exactamente lo que parece: Me miran como si les diera pena, porque les doy pena. No sé qué me molesta más, que me miren así, o que se rían. Pero parece que este último mes nos hemos dado una tregua, pues desde que tiene novio parece que su vida es más interesante y ya no tiene necesidad de molestar.
-No digas tonterías.
-No son tonterías. Vi cómo te miraba, lo que pasa es que no sabía porque, bueno, no lo sabía hasta que te vi... -duda un momento entre decirlo y callarse- bueno, ya sabes.
No sé qué responder a eso, así que no lo hago, por lo que hay un momento de tensión.
Puedo responder algo sobre la irritante Elisabeth, y hacer que se adueñe de nuestra conversación, o cambiar de tema. Elijo la segunda opción.
-Oye... respecto a lo de copiarme... no tenía que haber dicho eso.
-No, tenías razón. Te copie. Perdona.
Hay otro silencio incomodo en el que me da tiempo a pensar que quizás haya admitido eso demasiado rápido. En clase me negó haberme copiado, y ahora lo admite a la primera dándose por vencido. Creo que oculta algo, sabe algo que yo no. Va un paso por delante. Otra vez.
O quizás solo lo este fingiendo, como hace con todo.
Solo hay una forma de averiguarlo.
-Tengo que irme, Parker. Hasta mañana.
Cuelgo antes de darle tiempo a responder y ni me molesto en guardar el número en agenda. Llamo a Sky que responde al momento.
-¿Hemos tenido algún examen esta semana? -pregunto rápidamente dándome cuenta de que Parker me ha engañado y que seguramente ahora se esté riendo de mí.
-Hola, Alison. No, no me molestas, tranquila. ¿Cómo estás? Yo bien, gracias por preguntar.
El tono irónico de Sky hace que ponga los ojos en blanco. ahora no, Sky...
-Perdona... ¿Interrumpo algo con tu novio imaginario? ¿Algo de tu aburrida y apretada agenda?
-Muy graciosa... ¿Qué quieres?
-Ya te lo he dicho. Quiero saber si hemos tenido algún examen esta semana.
-No. -Sky piensa unos instantes y luego dice más convencida- La respuesta es no
-Oh, dios.
-¿Qué pasa? ¡Espera! -Sky cuelga y yo me quedo mirando la pantalla del móvil como una tonta. Me doy cuenta de que debo parecer estúpida así que dejo el teléfono en la mesa y me tumbo en mi cama. Tengo mucho en lo que pensar, pero antes de poder centrarme, llaman al timbre. Sonrío. Esta es la suerte de que Sky y yo seamos vecinas, supongo.
-¡MAAAAAAAX! -Grito lo más fuerte que puedo. La puerta de mi habitación se abre y aparece un niño de nueve años con el pelo castaño claro, como el mío.
Max es mi hermano pequeño, es un mocoso que a veces es demasiado infantil y otras demasiado espabilado, pero normalmente hace lo que le pido sin necesidad de sobornarlo,, por lo que nos llevamos bien.
-Dime
-¿Puedes abrir la puerta? Es Sky.
-Claro... -Max suspira y desaparece de mi habitación. Escucho como abre la puerta.
-¡Hola pequeñín! -Sonrío porque sé que a Max le encanta que Sky le llame así.- ¿Dónde está tu hermana?
-En su habitación
-¿otra vez?
-Como siempre. -Sky ríe y segundos después mi puerta se abre.
-No estoy todo el día en mi habitación -digo nada más notar mi porta abrirse
-Claro que sí. Si no estás aquí estas en la playa.
-Lo que tú digas. -Sonrío- Bueno, supongo que si has venido es porque tenías algo tan importante que decir que has buscado sitio en tu apretadísima agenda...
-Pues sí, Me gustaría saber si... ¿¡¿Tenemos algún examen esta semana?!?
-¿Qué? -la miro extrañada- ¡No!
-¿Entonces porque lo has preguntado?
Esa pregunta me hace sospechar que mi amiga no estaba tan cerca de Parker como creía y que no fue capaz de escuchar lo que hablamos. ¡Perfecto! No quiero decírselo. Por lo que parece no sabe nada, si no ya habríamos comentado lo raro que es que sepa mi nombre, pero si no lo sabe no voy a decírselo yo ya que parece haber olvidado que hable con Parker, y si ha olvidado eso, no me preguntara sobre lo que hablamos, así que lo mejor es callarme porque no quiero que sepa que pretendo buscar a Peter. no voy a contarle nada ahora.
-¿Eso que tiene que ver? -intento parecer lo más inocente posible.
-Pues porque si lo has preguntado es porque piensas que ya deberíamos haber tenido alguno, y si no lo hemos tenido aun es porque... ¡Debe de haber alguno ya! -Está hablando demasiado rápido, y encima histérica. Empieza a ponerme nerviosa.
-Sky, cariño -Pongo mi mano en su hombro- Ve a tu casa, duerme, ponte una película ñoña, o algo de eso, pero tranquilízate. no hay exámenes.
Después de que Sky se fuese se me ocurrió ir al embarcadero, pero pensé que ahora que Peter había vuelto, eso volvía a ser suyo también. Quise ir por si él estaba allí, pero no lo hice. El primer motivo es porque debo aprender a controlar mis impulsos, el segundo es porque si él está allí, es porque quiere estar solo.
Así que se me ocurrió que podía llamarle. Marqué el número de teléfono que tenía hace un año, pero ya no existía ese número.
Resumiendo: Desde que Sky se fue, mi tarde fue muy aburrida. Tenía que haberme ido con ella a ver esa película en vez de quedarme aquí cuidando de mi hermano.